lunes, 20 de abril de 2009

Feliz 4:20!

Hoy es Lunes, 20 de abril. Este año se espera que cerca de 20,000 personas atiendan a la reunión anual en el campus de la Universidad de Boulder, Colorado, para fumar marihuana como un tributo al 4/20, "el día de la subcultura cannábica", y como movimiento de protesta conta la prohibición de esta substancia en E.U.A.


En otro lugar en Colorado; Littleton para ser preciso, un día como hoy, pero en martes de 1999, Eric Harris y Dylan Klebold convirieron a la Preparatoria de Columbine en la cuarta más grande masacre escolar en la historia de E.U.A., al disparar sus armas de fuego dentro del campus, causando así la muerte de 12 alumnos, 1 maestro y lesiones graves en otros 23 invloucrados, antes de ambos cometer suicidio después de 45 minutos de cólera antisocial.













Pero de esta tragedia, ¿Quién tiene la culpa? Se ha dicho que es por la fácil disponibilidad de armas de fuego en estados unidos, el ambiente elitista y abusivo de las preparatorias, la falta de seguridad en las escuelas, la cultura gótica, el uso de antidepresivos farmacéuticos en adolescentes, música y filmes violentos, la falta de control en el uso de internet en los jóvenes, videojuegos sangrientos, en fin... Hay cientos de razones que podemos adjudicar al fenómeno, pero al final el daño está hecho y las consecuencias son únicas.

La realidad es que Columbine es sólo un microcosmos de lo que pasa todos los días en nuestro planeta. Es sólo un reflejo de la violencia que ocurre todos los días, en mayor o en menor grado. No es necesario que mueran personas, o que haya cientos de lesionados para darnos cuenta de que vivimos en un lugar sin control, una jungla diplomática.

Vivimos en un sitio en donde el poder se compra con dinero, y mientras por unos dólares cualquier ciudadano norteamericano pueda comprar un arma legalmente, no hay mucho porvenir en el asunto. Mientras se sigan cuidando los intereses de unos cuantos y sigamos permitiendo una discreta oligarquía, no tenemos mucho lugar para dónde hacernos.
También en un día como hoy, pero de 1889, nace un personaje que se ha hecho famoso por su saludo y su bigote, el hombre que invadió Polonia y que, como Harris y Klebold, comitió suicidio al sentirse atrapado. El hombre de Eva Braun: Adolf Hitler. Igual que en Columbine, Hitler fue el responsable de la muerte de otras personas por defender sus ideales, por descargar su furia contra el mundo. Decidió usar su liderazgo para asesinar arbitrariamente a millones de personas y después retirarse voluntariamente del mundo con el disparo de un arma de fuego.

El día de ayer no fue menos significativo en el mundo de las masacres: Un 19 de abril muere también David Koresh, último profeta de la secta cristiana apocalíptica de los Davidianos, en Waco, Texas. Koresh tenía la creencia de que el gobierno federal era el enemigo de su iglesia, y que él como líder, tenía la obligación de defenderse. Acopió entonces cientos de armas en su rancho, y cuando hubo una orden de cateo por parte de la ATF, por supuesto que se defendió. Después de un sitio policíaco de 51 días de tiroteos, el 19 de abril de 1993 estalla en llamas el rancho Davidiano en Monte Carmel, provocando así la muerte de 81 personas incluído el líder relgioso.

Dos años más tarde, otro 19 de abril fue trágico. Timothy McVeigh y Terry Nichols destruyen un edificio en Oklahoma llevándose la vida de 168, hiriendo a más de 800 y convirtiendo el episodio en el mayor ataque terrorista doméstico en la historia de Estados Unidos. Haciendo uso de sus conocimientos como militares, construyen una bomba casera de proporciones gigantes, utilizando fertilizante para granjeros como ingrediente principal, colocan la bomba en una camioneta rentada, la estacionan afuera de un edificio de oficinas de la DEA y lo hacen volar en pedazos.

La opresión parece ser un común denominador en todos estos casos. Si los chicos de Columbine hubieran tenido a alguien que los escuchara, o si no hubieran sentido el aislamiento social, quizá podrían estar leyendo ahora esta entrada. Si David Koresh hubiera sido menos radical, si el gobierno de E.U.A. tuviera técnicas de manejo preventivas más eficaces, si no hubiera decisiones arbitrarias, si no hubiera tiranos, si no existieran..., si no hubiéramos..., si hubiéramos aprendido de todos nuestros errores del pasado, hoy viviríamos una realidad muy diferente.

Pero no es así. Parece que el ser humano está condenado a no poder aprender de la experiencia ajena, a tener que sufrir en vida propia los tropiezos del camino antes que escuchar los consejos de los ancianos. Pero eso también es vivir. Equivocarse es vivir. Equivocarse y matar a cientos de miles, y luego suicidarse es parte de la vida como hoy la observamos. Hasta suena normal.

¿Por qué? Porque estamos acostumbrados a ver lo que no nos gusta y aguantarlo por creer que no tenemos la capacidad de cambiarlo. Por que nos han educado a no cuestionar a la autoridad. Porque un maestro primero saca del salón de clases a un alumno astuto y juicioso antes de aceptar en público que también tiene errores. Estamos educados a aceptar las cosas como vienen, a reclamar lo menos posible, a no ser de los quejosos, a "ser normales".

No seas normal. Porque ser normal ya leíste lo que significa. Ser normal involucra que un día que te enojes mucho con tu vecino por que riega la banqueta con la manguera, tomes el cuchillo de tu cocina y se lo encajes en un ataque de ira. Ser normal significa vivir una vida tan normal que podrías quedarte viendo la televisión hasta la muerte y sería normal. Puedes tener crisis de normalidad en las que te sientas solo, incomprendido, y que sientas algunas palabras normales como si fueran un insulto a tu vida, todo por ser tan normal.

Mejor sé tu mismo, ignora la normalidad. Ignora los parámetros y crea los tuyos propios. Infórmate y establece tus nuevos límites de lo normal. Porque, ¿Qué es ser normal? Observa el mundo objetivamente y pregúntate si lo que ves es normal. La única solución está dentro de cada uno de nosotros. "Conócete a ti mismo", leía el letrero de la entrada a un oráculo en Grecia, como advertencia a sus visitantes de que toda la información a su alrededor no sirve de nada si no conoces primero tu verdadera esencia.

Parece que todos esos asesinos, terroristas, extremistas, estaban muy alterados en el momento de sus actos violentos. ¿No hubiera sido mejor que se relajaran, vendieran todo su armamento para comprar un sillón de piel reclinable, unas revistas, un kilo de hierba, y se fumaran unos buenos gallos conmemorando el 4:20? ¿No sería mejor un mundo lleno de sujetos con los ojos rojos en lugar de radicales armados?

Gobiernos del mundo: Quítense de programas para el control de la furia, ahórrense millones en la lucha contra el narco y legalicen la hierba cuanto antes.

Aqui pueden ver online el documental de Micahel Moore: Bowling For Columbine. Está doblado al español, para que no haya pretextos de no verlo:

http://video.google.com/videoplay?docid=8230254550353635593

1 comentario:

  1. Observa el mundo objetivamente y preguntate si lo que ves es normal.
    Bravo

    “Since 1971, when Richard Nixon pronounced drugs "public enemy number one" and declared all-out war them (or, more accurately, on the people who took them), we have spent $1 trillion prosecuting that war. Eight Nixon successors and 38 years later what do we have to show for our investment?
    We've arrested tens of millions of Americans for nonviolent drug offenses, most for simple possession of marijuana. We've damaged or ruined the lives of countless citizens who've lost school loans, publicly subsidized housing, and jobs. And yet, drugs are more readily available--especially to our kids--at lower prices and higher levels of potency than in the history of the drug war.”


    Maybe the best chance to begin to encourage drug policy reform is in relation to what's going on in Mexico. The US media is focused on the narrative of the violence spilling over into the US. The most damage that could be dealt to the cartels is to normalize and regulate their product in a legal market.

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